Imagina una palabra, e imagina un millón. Flotan, y vuelan... Imagina una sensación, mientras sueñas, mientras lees. "Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acaba y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba,`por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido..."
viernes, 20 de abril de 2012
No contemplación, Susana Barragués
Ante todo, hay que dejar constancia de la satisfacción que me producía contemplarte. Esto es así, es correcto escribirlo porque es preciso, se ajusta a los hechos.
Hay que comprender también que esto no volverá a repetirse y asumir que es posible acostumbrarse.
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