“Lo que yo quería era su oscuridad,
como si esa llave de artificio
me llevara a buen puerto.”
—Cajitas chinas o su oscuridad, Paulina Vinderman
Imagina una palabra, e imagina un millón. Flotan, y vuelan... Imagina una sensación, mientras sueñas, mientras lees. "Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acaba y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba,`por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido..."
lunes, 26 de marzo de 2012
Paulina Vinderman: Cajitas chinas o su oscuridad
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