lunes, 7 de mayo de 2012

SPUTNIK, MI AMOR, de HARUKI MURAKAMI



Detrás de lo que creemos conocer de sobra se esconde una cantidad equivalente de desconocimiento.
La comprensión no es más que un conjunto de equívocos.
Ésta ( y que quede entre nosotros) es mi simple manera de conocer el mundo.
En nuestro mundo “lo que sabemos” y “lo que no sabemos” coexisten en una nebulosa, fatalmente unidos como hermanos siameses. Caos, caos.
¿Quién diablos puede distinguir el mar de lo que en él se refleja?¿Puedes tú distinguir entre la lluvia que cae y la soledad?
Así pues renuncio con gallardía a separar el conocimiento del desconocimiento. Éste es mi punto de partida. Un terrible punto de partida, tal vez. Pero las personas necesitan partir de algún punto ¿No es así?


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