" El Pato Donald, moderno Prometeo, recibe el llamado para que apague su pequeña hoguera mental, producto de unos cuantos cohetes, y se sumerja en el gran fuego-inconsciente-universal. Es evidente que la anormalidad del exceso de pensamiento dualístico, hace sufrir al hombre. He aquí por qué el Pato chilla cuando se le comienza a quemar la casa. Necesita el satori, pero le teme. Deja la oportunidad y tristemente, aferrado a su costal filosófico, ve alejarse a las nuevas generaciones diciendo para consolarse: “¡Tienen mucha suerte”. Creyendo que ellos no obtuvieron por un trabajo interior constante que respondía a todas las llamadas, sino que sin trabajar les dieron. "
Imagina una palabra, e imagina un millón. Flotan, y vuelan... Imagina una sensación, mientras sueñas, mientras lees. "Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acaba y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba,`por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido..."
jueves, 21 de noviembre de 2013
Alejandro Jodorowsky: El pato Donald y el budismo zen
" El Pato Donald, moderno Prometeo, recibe el llamado para que apague su pequeña hoguera mental, producto de unos cuantos cohetes, y se sumerja en el gran fuego-inconsciente-universal. Es evidente que la anormalidad del exceso de pensamiento dualístico, hace sufrir al hombre. He aquí por qué el Pato chilla cuando se le comienza a quemar la casa. Necesita el satori, pero le teme. Deja la oportunidad y tristemente, aferrado a su costal filosófico, ve alejarse a las nuevas generaciones diciendo para consolarse: “¡Tienen mucha suerte”. Creyendo que ellos no obtuvieron por un trabajo interior constante que respondía a todas las llamadas, sino que sin trabajar les dieron. "
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