Basta ya de hablar de estas cosas, se dijo, y de la muerte. Ésa no es manera de hablar. Ése es el lenguaje de nuestros amigos los anarquistas. Siempre que las cosas van mal, tienen ganas e prender fuego a algo y morir después.
Imagina una palabra, e imagina un millón. Flotan, y vuelan... Imagina una sensación, mientras sueñas, mientras lees. "Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acaba y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba,`por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido..."
jueves, 20 de octubre de 2011
Ernest Hemingway - Por quién doblan las campanas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario