" ¡Oh tú, mi triste y solitaria almohada!,
Tráeme dulces sueños para preservar mi corazón del quebranto,
A cambio de las lágrimas que sobre tí derramé despierto;
No me dejes morir hasta que vuelva sobre esas olas. "
Imagina una palabra, e imagina un millón. Flotan, y vuelan... Imagina una sensación, mientras sueñas, mientras lees. "Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acaba y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba,`por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido..."
jueves, 20 de octubre de 2011
Lord Byron: Estancias a un aire indostánico
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